—Venga, mujer, ya sal, que no se está haciendo más temprano. —Maldigo en voz baja, espiando con no mucho sigilo la ventana de Catalina Hermes Morano desde el arbusto de…
—Venga, mujer, ya sal, que no se está haciendo más temprano. —Maldigo en voz baja, espiando con no mucho sigilo la ventana de Catalina Hermes Morano desde el arbusto de la casa de enfrente. En este momento debe estar convenciendo a su mamá de convencer a su papá de dejarla salir “con sus amigas”. Versiones diferentes para todo mundo. Sólo la hermana grande, Maribel, sabe la versión más apegada a la realidad. Es más, en una de ésas, si el plan no es tan imprudente, hasta le dice la verdad. A la hermana chica, Ángela, por otro lado y por las dudas, no la vaya a calabacear, hay que inventarle algo diferente. Es muy niña todavía y no cacha cómo está la onda.